La humedad en las paredes y techos es un problema muy habitual en las viviendas y, además de ser antiestéticas, pueden suponer un auténtico problema de salud porque favorecen la aparición de hongos y bacterias. Por eso es tan importante tratarlas, aunque no todas son iguales y hay que saber cómo hacerlo. En este post vamos a ver cómo se arreglan.
Tipos de humedades
Hay algunos síntomas inequívocos de que hay humedades en casa. Por ejemplo, cuando descubrimos alguna mancha en la pared o el techo de color gris, negro o amarillo. También cuando comenzamos a notar que la pintura se levanta y aparecen manchas de salitre o si notamos que los azulejos están húmedos y los cristales se empañan en exceso.
Podemos distinguir cuatro tipos de humedades:
Humedad por condensación
Son las más habituales. Aparecen por una humedad ambiental elevada, lo que provoca una acumulación de gotas de agua hasta generar la humedad. Ésta deriva en moho y va deteriorando poco a poco los materiales. También es posible que provoque mal olor. Este tipo de humedad es fácil de prevenir y también de resolver. Si la estancia tiene ventanas, tan solo con abrirlas es suficiente, o también colocando una ventilación mecánica.
Existen dos tipos de humedades por condensación:
- Condensación superficial: se produce donde hay más vapor, por lo que es muy frecuente en cocinas, baños y ventanas que no se han aislado bien.
- Condensación intersticial: se da en lugares con poca ventilación y la humedad se va acumulando en cerramientos de puertas y ventanas.
Humedad por capilaridad
Esta humedad se produce porque la vivienda está construida sobre terreno húmedo, y los cimientos no están bien aislados. De esta forma, la humedad puede acceder fácilmente al interior de la vivienda. Son difíciles de tratar porque se debe impermeabilizar el perímetro del edificio y los cimientos y, si el problema es grave, requiere de una intervención de profesionales expertos en estructuras de edificios.
Humedad accidental
Aparecen en un punto determinado, normalmente en el techo, y se identifica fácilmente por un cambio de color o porque la pintura se reblandece. La causa suele ser por una rotura de tubería y el goteo continuo provoca que el agua vaya filtrando poco a poco en el techo. La solución es reparar la tubería y después pintar con pintura impermeabilizante para humedades.
Humedad por filtración
Este tipo de humedad se origina por la existencia de materiales porosos o estructuras que permiten que el agua penetre en el interior de la vivienda. El problema de este tipo de filtración es que no es fácil localizarla porque se produce muy lentamente. Para evitar que ocurra hay que conseguir una buena impermeabilización en el tejado y la fachada e instalar buenas puertas y ventanas para impedir el paso de la humedad.
Cómo arreglar las humedades
Un truco para saber si la humedad procede del interior por condensación, o del exterior por filtración o capilaridad, es fijar papel de aluminio en la pared donde está la humedad y dejarlo pegado durante varias horas. Si cuando vamos a quitarlo, la humedad se encuentra en la cara vista del papel es que proviene del interior de la vivienda y si está en la cara pegada a la pared proviene del exterior.
En el caso de humedades por condensación la prevención es el mejor método para evitarlas. Una buena ventilación es esencial, así como instalar ventanas con doble acristalamiento para romper los puentes térmicos.
En las humedades por filtración, al proceder la humedad del exterior, habría que impermeabilizar la fachada y si es por roturas de tuberías, el primer paso sería localizar la avería, después repararla y finalmente sellar las grietas.
Las humedades por capilaridad se pueden ver más claramente en sótanos y garajes, aunque como el problema está en los cimientos también puede llegar al interior de la vivienda.
En realidad, da igual el origen de la humedad, si ya se ha reparado, puedes emplear pinturas impermeabilizantes, de esta forma se aísla el interior y se evitan manchas de humedad y moho en la pared. Las mejores son las transpirables, ya que aíslan de la humedad de las paredes pero, a su vez, dejan salir el vapor hacia fuera, de esta manera se evita la formación de condensación.
También puedes aplicar pintura plástica de interior si quieres pintar de color la habitación, pero siempre después de secarse la pintura transpirable. Hay tres tipos de pinturas aislantes:
- Antihumedad: se puede aplicar incluso en una pared mojada.
- Antimoho: evita la aparición de moho y se recomienda en lugares con una ventilación deficiente o un aislamiento defectuoso.
- Antimanchas: esta pintura sirve para quitar manchas de humedad, aunque para aplicarla hay que esperar a reparar el problema y que la pared esté seca. También sirve para otras manchas que no sean de humedad.
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