Sin duda el calor es uno de los principales enemigos de la pintura, por eso es tan importante utilizar pinturas anticalóricas capaces de resistir temperaturas muy elevadas e incluso el fuego. Uno de los ejemplos más claros de este tipo de productos es la pintura para chimeneas, aunque tienen múltiples aplicaciones.
En este post vamos a ver las pinturas especiales que puedes encontrar en el mercado para resistir las altas temperaturas y en qué tipo de materiales se suelen utilizar habitualmente.
Tipos de pinturas anticalóricas
Hay algunos objetos que incrementan su temperatura, ya sea de forma constante o con picos específicos. Este calor excesivo afecta a los pigmentos de la pintura que se ha aplicado en ellos, por lo que si utilizamos una pintura convencional terminará alterando sus propiedades. Lo más normal es que cambie de color, se despegue de la superficie e incluso puede que también se queme. El resultado final es el desprendimiento de gases nocivos para la salud y la presencia de mucho humo y mal olor.
Para evitar que suceda esto, los fabricantes han creado pinturas especiales con una resistencia al calor muy alta y podemos elegir la pintura anticalórica que más se adapte a nuestras necesidades dentro de un rango de temperaturas determinadas que tenga la superficie o el material donde se va a aplicar. Son estas:
Temperatura hasta los 70ºC: esta temperatura es la máxima permitida si se va a utilizar una pintura convencional, como pueden ser los esmaltes sintéticos o las pinturas epoxi. Hasta los 70ºC no debería haber ningún problema en cuanto a la degradación del producto.
Temperatura hasta los 250ºC o 300ºC: desde los 70ºC hasta los 300ºC es necesaria la utilización de pinturas con resistencia a temperaturas elevadas. Los más comunes son los esmaltes que se aplican sobre metales y las pinturas que se emplean en radiadores de calefacción, capaces de soportar un calor muy alto.
Temperatura hasta los 600°C: las pinturas especiales deben ser de gran calidad para resistir estas temperaturas, ya que la gran mayoría terminan calcinadas. No hay demasiados colores disponibles en este rango y la variedad dependerá de cada fabricante. Las pinturas de este tipo se emplean sobre todo en estufas, parrillas o asadores, entre otros.
Temperatura hasta los 1000°C o más: este tipo de pinturas especiales se utilizan para pintar motocicletas, motores o escapes de automóviles. Hay algunas pinturas que incluso pueden resistir mayores temperaturas pero son muy pocas.
Pinturas antitérmicas
Este tipo de pintura tiene la cualidad de romper los puentes térmicos, de esta forma se evita que la superficie transmita el calor a la estancia donde se encuentra. También se evita la transferencia de calor de un material a otro. Estas son las principales pinturas térmicas que podemos encontrar en el mercado:
Pinturas empleadas en suelos y pavimentos: estas pinturas se utilizan en exteriores para pintar terrazas, patios, bordes de piscinas, etc. Su principal particularidad es que evitan que el material se caliente demasiado.
Pinturas empleadas en cubiertas: esta pintura consigue un descenso de la temperatura del tejado o cubierta que llega a estar muy caliente por el efecto de los rayos del sol. Como consecuencia, el calor que llega al interior de la vivienda también es menor. Además, como es una pintura blanca evita que se eleve la temperatura del material, por ejemplo de la cerámica, las chapas metálicas, cemento, etc.
Pinturas ignífugas: este tipo de pintura transmite al material donde se aplica una resistencia a las altas temperaturas durante un período de tiempo más amplio y, por tanto, resiste el fuego mucho más que una superficie que no ha recibido este tipo de pintura. Es una buena manera de evitar que se propaguen las llamas en caso de incendio y así poder controlarlo con más facilidad.
Se emplean en todo tipo de superficies como maderas y fibras naturales: esterillas, juncos, tatamis, mimbres, bambús, etc. Todos estos materiales son conductores del fuego directo pero, al recibir la pintura, son mucho más resistentes a las llamas y a su propagación. Hay varios tipos de pinturas ignífugas:
Pinturas impregnantes: se emplea en telas, madera y fibras naturales y consigue una mayor resistencia al fuego. Se debe aplicar cuando aún no se le ha dado ninguna pintura anterior y es especialmente efectiva sobre fibras con soplete o pistola.
Barnices: se utilizan en madera natural como si fuera un barniz convencional, con la diferencia de que le transmite una resistencia al fuego mucho mayor que los barnices normales.
Esmaltes: el esmalte sintético cambia el color de las superficies. Normalmente se utiliza en madera, aunque también se emplea en materiales metálicos, de ahí que sea muy utilizado en el sector industrial para pintar piezas de maquinaria, cañerías, etc. De esta manera se consigue una mayor resistencia a las llamas en caso de incendio.
Como vemos, hay una amplia variedad de pinturas especialmente indicadas para resistir altas temperaturas. En Segopi disponemos de un amplio catálogo de pinturas resistentes al calor. No dudes en contactar con nosotros para resolver cualquier duda. Nuestros expertos te asesorarán como mereces para ofrecerte lo que necesitas.
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