Cómo pintar muebles de melamina

Cómo pintar muebles de melamina
No te pierdas las claves para pintar un mueble de melamina, qué pasos hay que seguir y qué tipos de productos podemos emplear.

Todos en nuestra casa tenemos algún mueble de melamina, puede ser un armario, una cómoda, un mueble zapatero o uno de baño. Son muy prácticos, pero la mayoría están disponibles en colores poco originales o con imitaciones de madera. Entonces es cuando nos surge la duda: ¿se puede pintar la melamina? Y la respuesta es que sí, pero hay que tener en cuenta algunos aspectos importantes.

En este post te daremos las claves para pintar un mueble de melamina, qué pasos hay que seguir y qué tipos de productos podemos emplear para que el mueble quede como nuevo, con un toque diferente y original y empleando poco tiempo y dinero.

¿Qué es la melamina?

La melamina, también conocida como resina melamínica, es un material sintético muy resistente, compuesto por distintos materiales. Se utiliza sobre todo en el revestimiento de muebles para embellecerlos. Estas son sus principales características:

  • Resiste muy bien la humedad, las altas temperaturas, el fuego, las rayaduras y el sol.
  • Resiste agentes químicos y detergentes.
  • Resiste microorganismos y parásitos.
  • Dispone de una amplia variedad de texturas y acabados: brillo, mate, rugoso, liso, etc.
  • Fácil limpieza y mantenimiento.
  • Precios económicos.

La resistencia es la principal cualidad de la melamina, por lo que se utiliza para fabricar muebles con un uso diario y exigente, como los de la cocina o el baño. Ahora que ya hemos conocido un poco más este material, vamos a ver cómo se pinta de la manera correcta.

Cómo pintar muebles de melamina

La melamina es una superficie porosa por lo que la pintura que usemos será repelida, por tanto, resulta fundamental utilizar brochas, rodillos y pinturas de gran calidad. Estos son los pasos que debemos seguir para pintar un mueble de melamina:

Paso 1: retirar la grasa y el polvo de la superficie del mueble que vamos a pintar.

Cualquier tipo de suciedad, polvo y grasa debe eliminarse de la superficie del mueble. Para que el trabajo resulte más cómodo podemos quitar bisagras y herrajes. Para limpiar se puede utilizar cualquier producto que queramos, ya que acto seguido vamos a pintar encima y no importa si se deteriora el brillo o el color del mueble. También es el momento de tapar los posibles agujeros que tenga el mueble con una masilla.

Paso 2: lijar la superficie del mueble para facilitar la adherencia de la pintura.

La melamina tiene un acabado brillante o satinado que hay que eliminar con la ayuda de una lijadora orbital. De esta forma, con una lijada suave se romperá el brillo final del mueble y cualquier irregularidad que pueda tener el mueble. Este paso resulta imprescindible para aplicar el siguiente producto.

Paso 3: aplicar una imprimación al agua o sintética.

La imprimación se aplica para que la pintura se adhiera con mayor facilidad a la superficie. La melamina es como el metal o el cristal, es decir, es un material no poroso, de ahí la importancia de aplicar la imprimación, para evitar que la pintura se levante o se roce después de su aplicación. Utilizaremos un rodillo de pelo corto o un rodillo de espuma. Un aspecto importante que conviene recordar es que se debe aplicar una lija fina después de imprimar. En la actualidad hay pinturas especiales en el mercado para materiales como la melamina que se aplican directamente sin necesidad de imprimación previa.

Paso 4: aplicar la pintura.

Después de la imprimación comenzamos a aplicar la pintura al mueble. Si utilizamos el rodillo, la superficie quedará totalmente lisa. La brocha es recomendable utilizarla para conseguir unos acabados más profesionales. Una paletina también se puede usar para pintar bien los relieves y  esquinas del mueble para asegurarnos de que queda totalmente cubierto.

Con dos manos es suficiente para conseguir el color deseado. En cuanto a pinturas, el esmalte al agua es una opción interesante por su resistencia, aunque se pueden utilizar esmaltes universales. No se deben emplear pinturas para metales ni de pared y debemos dejar secar bien entre capa y capa de pintura.

Paso 5: lijar entre capa y capa de pintura.

Como vamos a dar dos manos de pintura, se recomienda pasar una lija fina después de la primera mano. Utilizaremos una lija de esponja de grano de 140 a 180. De esta forma eliminaremos todas las impurezas de la pintura, como polvo o algún pelo que haya podido dejar la brocha.

Paso 6: protección de la superficie pintada.

Una vez pintado el mueble, se puede proteger la superficie con un barniz incoloro mate. No se notará y la pintura quedará protegida de posibles golpes o raspones.

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