Aunque para algunas personas puedan ser una forma de expresión artística, para otras personas pueden convertirse en un problema muy fastidioso, especialmente cuando aparecen en propiedades privadas o en espacios públicos no autorizados, afectando negativamente a la apariencia y al valor de sus propiedades.
¿Cómo podemos lidiar con esta situación? ¿Es difícil borrar un graffiti, o es un proceso más sencillo de lo que parece? Hoy, en Segopi, te explicamos con todo detalle cómo limpiar graffitis en diferentes tipos de superficies.
¿Vale la pena intentar borrar un graffiti uno mismo o es mejor contratar a un profesional? La respuesta depende de tu presupuesto, del tiempo que tengas disponible y de la gravedad del problema.
Aunque el mercado ofrece una gran variedad de productos diseñados para limpiar graffitis, si no se usan correctamente, corremos el riesgo de dañar la superficie original. Por eso, antes de nada, es importante valorar bien la situación.
El nivel de dificultad para borrar un graffiti depende de varios factores: el tipo de superficie sobre la que se ha pintado, el tipo de pintura o material utilizado por el artista o vándalo, y el tiempo que ha pasado desde que se realizó.
Algunos graffitis pueden eliminarse fácilmente con agua y jabón, mientras que para otros puede que tengamos que recurrir a métodos más agresivos, como el uso de disolventes o incluso el repintado de la superficie afectada.
Normalmente, es más fácil eliminarlo si se actúa dentro de las primeras 24 a 48 horas, ya que la pintura aún no ha tenido tiempo de fijarse por completo. Sin embargo, incluso si se intentan borrar rápidamente, los graffitis realizados con pinturas a base de aceite, spray de alta calidad o en superficies porosas como el ladrillo o la piedra, suelen necesitar un trabajo más cuidadoso y especializado.
Para quitar un graffiti, es necesario seguir una serie de pasos para poder restaurar la superficie afectada sin causar daños:
Cada tipo de superficie presenta sus propias características y responderá de manera diferente a los productos de limpieza. Por ejemplo, una superficie de ladrillo, que es porosa, absorberá más la pintura, haciendo que sea más difícil de limpiar, mientras que una superficie lisa como el vidrio o el metal será más fácil de tratar.
En el mercado actual, podemos encontrar diversos tipos de productos para quitar graffiti, desde productos a base de agua, solventes hasta geles que se adhieren a la superficie y ofrecen muy buenos resultados. La elección del producto dependerá de la superficie y del tipo de pintura que se haya utilizado.
Por ejemplo, para pinturas a base de agua, un removedor a base de agua puede ser suficiente. Sin embargo, para Pinturas a base de aceite, es probable que necesites un disolvente más fuerte.
Antes de aplicar cualquier producto en toda la superficie, es recomendable hacer una prueba en una pequeña área que no sea visible para comprobar la reacción de la superficie al producto. Si la superficie se daña o decolora, es preferible optar por una alternativa menos agresiva.
Aplica el limpiador de graffiti siguiendo las instrucciones de la marca y deja que actúe para que pueda penetrar en la pintura y facilitar su eliminación. Lo ideal es dejarlo al menos entre 5 y 15 minutos, pero dependerá del tipo de producto y de la gravedad del graffiti.
Utiliza un cepillo para frotar el graffiti. Si la superficie es lisa, un paño de microfibra o una esponja abrasiva puede ser suficiente. Sin embargo, en superficies más rugosas o porosas, como el ladrillo o el cemento, un cepillo de cerdas duras suele ser lo más efectivo para eliminar la pintura incrustada. Intenta aplicar una presión constante, pero no en exceso, para evitar dañar la superficie.
Una vez que hayas eliminado la mayor parte del graffiti, aclara la superficie con agua limpia para eliminar cualquier residuo de producto. Es importante que todo el removedor haya sido retirado, ya que algunos productos pueden seguir actuando sobre la superficie si se dejan mucho tiempo, llegando a causar daños. Por último, seca la superficie con un paño limpio para evitar la formación de manchas de agua.
A veces es necesario repetir el proceso varias veces para borrar el graffiti por completo, especialmente si se trata de superficies difíciles o pinturas resistentes. En lugar de intentar acelerar el proceso aplicando productos más agresivos, en estos casos, es mejor ser paciente y trabajar con cuidado.
La eficacia de los métodos de limpieza de graffitis puede variar considerablemente dependiendo del tipo de superficie. Por eso, a continuación, te dejamos algunos consejos específicos para conseguir mejores resultados dependiendo del tipo de superficie sin dañarla:
Como puedes ver, limpiar un graffiti puede ser una tarea compleja, pero con los métodos y productos adecuados, podemos recuperar la apariencia original de las superficies afectadas.
Eso sí, aunque muchos graffitis pueden eliminarse con un poco de esfuerzo, en algunos casos, es recomendable contar con la ayuda de un profesional para lograr buenos resultados sin dañar la superficie.
Además, recuerda que la prevención es la mejor manera de evitar futuros problemas de graffiti, por lo que no está de más aplicar recubrimientos anti-graffiti para facilitar futuras limpiezas.
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