¿Cómo pintar la fachada de una casa?

¿Cómo pintar la fachada de una casa?

La fachada de una casa es la carta de presentación de nuestro hogar. Por eso, es importante que esté en buen estado y que tenga un aspecto agradable y acogedor. Sin embargo, con el paso del tiempo, la fachada sufre un importante desgaste derivado de las condiciones climáticas, la contaminación, el polvo, las grietas, las manchas, etc. Por eso, es conveniente pintarla cada cierto tiempo para renovarla y protegerla.

Pintar la fachada de una casa no es una tarea difícil, pero requiere de cierta planificación, preparación y cuidado. Además, hay que elegir bien el tipo de pintura, los colores y los materiales adecuados para cada caso. En este post, te vamos a explicar cómo pintar la fachada de una casa en unos pocos pasos. Quédate con nosotros si quieres elegir los mejores colores para pintar una fachada.

Cómo pintar la fachada de una casa

Vamos a ver cómo pintar la fachada de tu casa en unos sencillos pasos:

Paso 1: elegir el tipo de pintura y el color

El primer paso para pintar la fachada de una casa es elegir bien el tipo de pintura y el color que queremos usar. Hay varios tipos de pintura para fachadas, como las acrílicas, plásticas, de silicona, silicato, minerales, etc. Cada una tiene sus ventajas y desventajas y se adapta mejor a un tipo de superficie u otra. Las pinturas acrílicas son las más comunes y económicas, pero tienen menos resistencia al agua y al sol que las de silicona o silicato, por ejemplo.

Para elegir el tipo de pintura adecuada, debemos tener en cuenta el estado de la fachada, el clima de la zona, el acabado que queremos obtener y el presupuesto que tenemos. Lo mejor es consultar con un profesional o con una tienda especializada, como Segopi, donde nos puedan asesorar sobre nuestro caso en concreto.

En cuanto al color, hay que tener en cuenta el estilo de la casa, el entorno, la iluminación y nuestros gustos personales. Podemos optar por colores neutros, como el blanco, el beige o el gris, que aportan luminosidad y amplitud, o por colores vivos, como el rojo, el azul o el verde, que dan personalidad y contraste. También podemos combinar varios colores para crear diferentes efectos y zonas. Lo importante es que el color armonice con el conjunto y, por supuesto, que nos guste.

Paso 2: preparar la superficie

El segundo paso para pintar la fachada de una casa es preparar la superficie para que la pintura se adhiera bien y quede uniforme. Para ello, hay que tener en cuenta estos aspectos:

  • Limpiar la fachada con una manguera de agua a presión o con un cepillo y agua con jabón para eliminar el polvo y la suciedad. Después lo dejamos secar.
  • Reparar las grietas, los agujeros, los desconchones y las imperfecciones. Luego alisamos con una espátula y dejamos secar.
  • Lijar las zonas reparadas y las que tengan restos de pintura vieja o suelta. Eliminamos el polvo con un trapo húmedo.
  • Aplicar una capa de imprimación o sellador sobre toda la superficie para mejorar la adherencia y la durabilidad de la pintura. Luego lo dejamos secar el tiempo indicado por el fabricante.

Paso 3: proteger las zonas que no se van a pintar

El tercer paso para pintar la fachada de una casa es proteger las zonas que no se van a pintar, como las ventanas, las puertas, las persianas, las molduras, las bajantes, el suelo, etc. Para ello, utilizamos cinta de carrocero, papel, plástico, cartón o tela, según el caso, y cubrimos bien las zonas que queremos evitar que se manchen de pintura. También hay que retirar los objetos que puedan estorbar, como los maceteros, las antenas, los toldos, etc.

Paso 4: aplicar la pintura

El cuarto paso para pintar la fachada de una casa es aplicar la pintura con la ayuda de una brocha, un rodillo o una pistola, según el tipo de pintura y la superficie. Estas son algunas recomendaciones a tener en cuenta:

  • Mezclar bien la pintura antes de usarla y diluirla con agua o disolvente, según las instrucciones del fabricante.
  • Empezar por las zonas más altas y difíciles de la fachada, como las esquinas, los bordes y los detalles, usando una brocha o pinceles; después, seguimos por las zonas más amplias y lisas usando un rodillo o una pistola.
  • Aplicar la pintura en capas finas y uniformes, sin dejar goteos ni marcas. Cruzar las pasadas para evitar rayas y sombras.
  • Dejar secar la pintura entre capa y capa el tiempo indicado por el fabricante. Normalmente, se recomienda aplicar dos o tres capas de pintura para obtener un buen resultado.
  • Respetar las condiciones climáticas adecuadas para pintar la fachada, evitando los días de lluvia, viento, humedad o calor excesivo.

Paso 5: retirar la protección y limpiar

El quinto y último paso para pintar la fachada de una casa es retirar la protección que hemos puesto en las zonas que no se han pintado y limpiar los restos de pintura que hayan podido quedar. Para hacerlo bien hay que tener en cuenta estos factores:

  • Retirar la cinta de carrocero, el papel, el plástico, el cartón o la tela que hemos usado para proteger las zonas que no se han pintado, con cuidado de no dañar la pintura ni la superficie.
  • Limpiar los restos de pintura que hayan podido quedar en ventanas, puertas, persianas, molduras, bajantes, etc., usando un trapo húmedo, una esponja o un disolvente, según el caso.
  • Limpiar y guardar los materiales y herramientas que hemos usado para pintar la fachada, como brochas, rodillos, pistolas, cubos, escaleras, etc.

¿Dónde comprar pinturas de calidad?

Si quieres pintar la fachada de tu casa y buscas pinturas de calidad, te recomendamos que visites una tienda de pintura que te ofrezca todas las garantías, como es el caso de Segopi. En cualquiera de nuestras tiendas encontrarás una amplia variedad de pinturas para fachadas, de diferentes tipos, colores y marcas, a los mejores precios del mercado.

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